
Tus Zonas Erróneas 1-Hacerte cargo de ti mismo
Si tu estancia en la tierra es tan corta, debería ser al menos agradable. En resumen, se trata de tu vida; Haz con ella lo que quieras.
Los sentimientos no son simples emociones que te suceden. Los sentimientos son reacciones que eliges tener.
En la sociedad actual la gente tiende a pensar que las personas inteligentes son aquellas que tienen muchos títulos académicos, sacan buenas notas en los exámenes, son buenas en matemáticas o física, hablan bien y educadamente o tienen mucha memoria. Sin embargo hay muchas personas como estas que sufren de depresión, ansiedad o incluso están en algún psiquiátrico.
Una persona inteligente debe describirse como alegre y eficaz en la vida cotidiana, que sabe resolver problemas, crea recursos, es autónoma, independiente y supera las adversidades.
Además, una persona inteligente acepta los problemas como parte de la vida diaria y tiene la capacidad de sentir las emociones que desea en cada momento vital.
Los sentimientos no son simples emociones que te suceden. Los sentimientos son reacciones que eliges tener. Eres responsable de lo que piensas y lo que sientes y puedes aprender a pensar diferente sobre cualquier cosa. De ti y de las elecciones que hagas depende que las experiencias de tu vida sean estimulantes y placenteras.
2-El amor mismo
La autoestima no puede ser verificada por otros. Vas porque dices que es así. Si dependes de los demás para valorarte, esta valorización la harán otros.
En la sociedad está bien visto tratar bien a los demás y amarlos, sin embargo olvida que para alcanzar la felicidad es fundamental amarse y valorarse a uno mismo.
Todo comienza por amarse a uno mismo. Así podrás amar a los demás y hacer cosas por ellos por el mero placer de ser generoso y no esperar nada a cambio. ¿Has pensado en el valor que le daría algo a una persona que no vale nada? ¿Cómo puedes dar amor si no vales nada? ¿Qué valor tendría tu amor?
Tu mismo eliges el valor que tienes y no tienes que pedir ni dar explicaciones a nadie. Tu propio valor es un hecho que no está relacionado con tu comportamiento o tus sentimientos. Puedes elegir ser valioso para siempre; No importa que en un momento hayas hecho algo de lo que te arrepientas.
3- No necesitas la aprobación de los demás
La necesidad de la aprobación de los demás equivale a decir: “Lo que piensas de mí es más importante que la Opinión que tengo de mí mismo.
Es posible que desee la aprobación de los demás, ya que es natural sentirse feliz con el apoyo y la aceptación de los demás. Pero necesitarlo, es una de las áreas erróneas más negativas.
Es negativo exigir la aprobación de una persona y más aún, necesitarla cada vez que se quiere tomar una decisión, solucionar un problema o hacer cualquier cosa.
Deshazte de la necesidad de aprobación si quieres ser feliz y desarrollarte.
4-La ruptura con el pasado
Solo los fantasmas se revuelcan en el pasado, explicándose con descripciones basadas en sus vidas pasadas. Eres lo que eliges ser hoy, no lo que eliges ser.
Las personas a menudo están ancladas en el pasado y se les pone etiquetas. Son frecuentes comentarios como los siguientes: “Así soy yo”, “Siempre he sido así”, “No puedo evitarlo” o “Es mi carácter”.
El autoetiquetado o la autodefinición no son inapropiados en sí mismos, aunque pueden ser inapropiados si se usan de manera dañina. Asimismo, es habitual utilizar estas etiquetas como excusas para seguir siendo los mismos y no esforzarse por cambiar. Si esas autoclasificaciones son negativas, estás perdiendo tu potencial de crecimiento.
Esas autoetiquetas vienen del pasado pero el pasado ya no existe, lo único que tenemos ahora es el presente. Cada vez que usas frases como “soy así” te estás dando una justificación para no cambiar y mejorar o ser más feliz.
Cambia el “Yo soy” por el “Yo he elegido ser” para que sea el producto de tus elecciones.
5- Las emociones inútiles: culpa y preocupación
Si crees que sentirte mal o preocuparte lo suficiente cambiará un hecho pasado o futuro, significa que resides en otro planeta con un sistema de realidad diferente.
Dos de las emociones más inútiles de la vida son la culpa por lo que se hace y la preocupación por lo que sucederá. Con la culpa desperdicias tus momentos presentes y con la preocupación te mantienes inmovilizado.
Puedes seguir arrepintiéndote cada día, sintiéndote culpable y aún así no solucionar nada ni mejorar tu forma de comportarte. Incluso si te sientes culpable, no vas a cambiar nada. Lo que va a hacer es aprender a aprender de lo que pasó y cambiar.
Además, la preocupación sirve para evadir lo que realmente necesita ser abordado. Si te ves preocupado, pregúntate: ¿Qué estoy evitando al pasar este momento en preocupaciones? Después de eso, actúa sobre lo que estás evitando. Lo mejor para la preocupación es la acción.
6-Explorando lo desconocido
Sólo los inseguros anhelan la seguridad.
Mientras seas un humano y vivas en este mundo, nunca podrás tener seguridad. Y si fuera así, sería muy muy aburrido. Lo seguro elimina la excitación y la emoción.
La seguridad que si es positiva para tu crecimiento personal es la seguridad interior de Tener confianza en ti mismo.
La educación que recibimos en esta sociedad nos enseña desde pequeños que hay que andar con cuidado; Se anima a la cautela y no a la curiosidad. “No vayas ahí”, “No hables con extraños”, “No vayas a cualquier lado”, son frases frecuentes.
Se cree que lo desconocido es igual a peligro. Piensas que lo que tienes que hacer en la vida es ponerte a salvo e ir a donde va el resto de la gente. Solo los aventureros o “temerarios” se atreven a arriesgarse y explorar lo que no se conoce.
Si crees en ti mismo, puedes explorar áreas de la vida que no te ofrecen nada seguro y evitar seguir el camino por el que caminan los demás. Las personas que han destacado históricamente (Da Vinci, Beethoven, Van Gogh, Einstein o Neil Armstrong) no se caracterizan precisamente por seguir los pasos de los demás y no aventurarse en lo desconocido. De hecho, fueron los pioneros en adentrarse en nuevos y desconocidos territorios.
Abandona la creencia de que lo familiar es mejor que lo desconocido. Lo inseguro y lo desconocido nos pueden causar inseguridades pero son necesarios para cambiar, mejorar y vivir nuevas emociones.
7- Rompiendo la Barrera Convencional
No hay reglas, leyes o tradiciones que se puedan aplicar universalmente… incluida esta.
Toda nuestra vida está plagada de “debes hacer esto” y la gente los aplica sin pensar en el porqué y las consecuencias. La suma de todos esos “debes” son otra zona equivocada.
Esto no quiere decir que ignore la ley. Las leyes son necesarias para una sociedad civilizada, pero si uno obedece ciegamente a las convenciones, es algo diferente y puede ser muy destructivo.
Cuando estas leyes no tengan mucho sentido y dejen de funcionar de manera eficiente, podrías reconsiderar esas reglas y tu comportamiento con respecto a ellas. Demasiado condicionamiento a la sociedad puede ser un comportamiento neurótico y conducir a la depresión, la ansiedad y la infelicidad.
AbrahamLincoln dijo:
” Nunca tuve una política que siempre pudiera aplicar. Solo estaba tratando de hacer lo que pensé que era sensato en el momento adecuado”.
Comportamientos que resultan de “debería y no debería”:
Vístase para una ocasión que le resulte incómoda o que no le guste (por ejemplo ponerse un traje de chaqueta a 35ºC).
Bebe alcohol para socializar porque es lo “normal”.
Asiste a una boda aunque no conozcas al novio o te pelees.
Lava los platos y limpia la casa porque eres mujer.
Que por ser mujer no invites a salir a un hombre aunque te guste.
Tener que buscar siempre la forma correcta de hacer algo: una receta de comida, una reparación…
Ve el juego porque es importante y todos lo verán aunque no influya en tu vida.
Pegamento salta a portería porque todos los demás lo hacen.
Entrar en una discoteca o ir a un concierto de alguien que no te cae bien porque van tus amigos.
8-La trampa de la justicia
Si el mundo estuviera tan organizado que todo tuviera que ser justo, no habría criatura viviente que pudiera sobrevivir un solo día. Se prohibiría que las aves comieran gusanos y se debería tener cuidado de todos los seres humanos.
Las personas quieren buscar justicia y si no la encuentran sienten frustración, tristeza o enojo. Sin embargo, la justicia no existe y nunca existirá. El mundo funciona así y así seguirá.
Solo hay que observar la historia, la naturaleza y la actualidad para darse cuenta. Nuestra cultura promete y valora la justicia, y los políticos hablan de ella en muchos de sus discursos.
Sin embargo, pocos de ellos siguen su ejemplo. Unos animales se comen a otros, hay terremotos, sequías e inundaciones sufridas por gente que no lo ha merecido, guerras, drogas, crímenes, asesinatos. Pero todo esto es parte de la forma en que funciona el mundo.
Exigir justicia no es un comportamiento negativo pero se convierte en una zona equivocada si te castigas cuando no puedes tener la justicia que deseas.
Puedes elegir ser feliz o infeliz, pero esto no está relacionado con la injusticia que ves a tu alrededor. Puedes trabajar para ayudar a eliminar la injusticia y puedes decidir que no te dejarás vencer psicológicamente por ella. ¿Por qué preocuparse por la justicia si no se intenta resolverla?
9-Terminar con los aplazamientos
No es necesario derramar una sola gota de sudor para posponer hacer cualquier cosa.
Hay pocas personas que puedan decir que nunca hacen aplazamientos aunque a la larga sean contraproducentes.
El aplazamiento en sí no es neurótico, sino la reacción emocional que lo acompaña y la inmovilización que produce. Si te gusta aplazar las cosas, no te sientas culpable por ello o no te haga daño, sigue procrastinando. Pero para la mayoría de las personas posponer es una forma de escapar y vivir el momento presente.
Si eres la típica persona que dice que cambiará y vivirá de otra manera, decirlo no te hará ningún bien (a menos que lo hagas con un compromiso real). Decir que suele servir para postergar la acción y nunca terminar de hacer algo.
Lo que haces es el único metro para medir como persona, no lo que dices ni lo que dicen de ti. Emerson dijo:
No digas cosas. Lo que eres, brilla sobre ti mientras lo haces, y atrae con tanta fuerza que no puedo oír lo que dices en su contra.
La próxima vez que estés hablando de algo que vas a hacer, sabiendo que no lo harás, recuerda la frase anterior ya que es la solución a la postergación.
10- Proclama tu independencia
En cualquier relación humana en la que dos personas se vuelven una, el resultado siempre serán dos medias personas.
El tema de abandonar el nido y ser independiente es complicado porque nuestra sociedad nos enseña que debemos cumplir con lo que se espera de nosotros en algunas relaciones, que incluyen a los padres, hijos, figuras de autoridad y seres queridos.
Si disfrutas la forma en que interactúas con las personas y no interfieren con las metas que te has fijado en la vida, no necesitas cambiar esa forma de iterar.
Sin embargo, depender psicológicamente de una persona es diferente y dañino. Implica una relación no elegida y con la que te sientes obligado a ser alguien que no quieres ser, además de verte obligado a comportarte de determinada manera.
Si quieres ese tipo de relación y significa bienestar, no es una locura. Pero si lo necesitas para sentirte bien o te sientes obligado a tenerlo, suponiendo que sientas malestar o resentimiento, es una zona equivocada.
Es la obligación la que constituye el problema: la obligación produce culpa y dependencia, mientras que la libre elección produce amor e independencia.
Ser independiente Significa estar libre de relaciones compulsivas, carecer de conductas dirigidas a los demás, no necesitar de alguien para ser feliz (aparte de querer relacionarse con los demás) ni tomar decisiones.
11- Adiós a la ira
El único antídoto para la ira es la eliminación de la frase interna “Si tan solo fueras más como yo”.
Aunque la expresión de ira es más saludable que reprimirla, más saludable es no sentirla en absoluto. No hay necesidad de sentir ira, no es algo “humano” como se suele justificar y, de hecho, es una zona equivocada que incapacita psicológicamente.
Es una elección y un hábito que se aprende frente a la frustración. Es debilitante y puede provocar insomnio, cansancio, úlceras o hipertensión, lo que lleva a la culpa o la depresión.
Cuando te enfrentas a una situación que no funciona como te gustaría, sientes frustración y reaccionas con ira. Sin embargo, tienes la capacidad de elegir: la ira y la risa son mutuamente excluyentes y tienes suficiente poder para elegir cualquiera de las dos.
Quizás la característica más destacable de las personas sanas es el sentido del humor sin hostilidad. Un buen remedio para el enfado es ayudarse a uno mismo ya los demás a elegir la risa y aprender desde fuera a observar las situaciones incongruentes y absurdas que se dan en la vida.
12-Retrato de la persona sin zonas erróneas
Están demasiado ocupados para mirar lo que hacen sus vecinos.
Disfrutan de todo lo que les da la vida; Siéntete cómodo haciendo cualquier cosa y no pierdas el tiempo quejándote o deseando que las cosas sean de otra manera.
Están libres de culpa y de hechos que ocurrieron en el pasado.
No te preocupes por preocuparte. Algunas circunstancias en las que otras personas se pasan horas y horas pensando les afectarán.
No necesitan la aprobación de los demás.
Se ríen y se burlan de casi cualquier cosa y de todo, de los hechos absurdos y de los más serios y solemnes.
Se aceptan a sí mismos sin quejarse. Aceptan que son seres humanos y que ser implica ciertos atributos humanos. Saben cuál es su apariencia física y la aceptan.
Aprecian la naturaleza. Les encanta estar al aire libre disfrutando, corriendo, caminando o haciendo cualquier cosa que no les haga daño.
No tienen ningún compromiso emocional con los problemas. Aceptan que son parte de la vida y eso les permite superarlos fácilmente.
No necesitan llamar la atención sobre sí mismos y no criticar, son hacedores.
Ayudan a otros. Persiguen el cambio social pero no les importan los problemas de la noche ni piensan en las injusticias sin actuar.
Son honestos, no pretenden mentir ni evadir.
Creen que lo que son es su propia responsabilidad y nunca culpan a los demás por lo que les sucede.
Tienen altos niveles de energía. Necesitan dormir poco y son saludables.
Son muy curiosos, siempre en busca de cosas para saber, hacer y aprender.
No tienen miedo al fracaso y se arriesgan a aventurarse en lo incierto y desconocido. No equiparan los resultados externos con su éxito como ser humano.